No la ven
Hernán Álvarez,
periodista
Una madre desalojada y sus hambrientos hijos tirados en el pavimento. Un abogado ex rugbier recién salido de la cama solar, Cúneo Libarona, en un modesto hotel céntrico, denuncia a Ricardo Colombi por enriquecimiento ilícito. El secretario privado del gobernador está preso por lo mismo. Una solicitada de su madre ruega por su libertad y le pide a Ricardo que deje de manejar la Justicia. La otra madre no sabe lo que es enriquecerse y resiste en su intento de conseguir una vivienda. No la ven.
Arturo Colombi acaba de prometerle 300 pesos a cada empleado público (son 75 mil) para que lo voten. El peronismo (¿peronismo?) que no termina de entrar en escena. Una denuncia de fraude que no surte efecto. La izquierda (¿la izquierda?) que nadie sabe dónde está. No la ven.
Un tenso clima de campaña electoral. Los sindicatos que no convocan a nadie. Un balotaje entre dos primos. Un ex gobernador condenado tres veces, en libertad. Su hermano, otro ex gobernador, lo defiende. La Justicia (¿la justicia?) afirma ser independiente. El gobernador entra al despacho del presidente de la Junta Electoral, un juez de la provincia. El gobernador se retira del despacho. Entra otro candidato a gobernador. La Justicia reitera que es independiente. No la ven.
Ricardo denuncia que quieren provocar la intervención federal número veinte para no dejarlo asumir. Tato Romero Feris denuncia que buscan meterlo preso. Su hermano lo defiende otra vez. Dos primos responden (¿responden?) a preguntas (¿preguntas?) sobre sus propuestas (¿propuestas?) para gobernar la provincia. Los escucha un centenar de correntinos “iluminados” en una modesta sala del Consejo de Ingenieros. No la ven.
La Justicia ratifica que la desalojó porque ocupada una vivienda ajena. Un ex comisario enjuiciado y detenido dice que no sabe dónde están los desaparecidos. Dos hermanos, muchos hermanos, piden justicia hace tres décadas. La madre sigue en la calle, la campaña electoral también. No la ven.
A otras miles tampoco. El abogado dice que trabaja gracias a muchas causas de corrupción en el país. En algunos casos acusa, en la mayoría defiende. La pelea por la fecha del carnaval es más fuerte. La madre y sus hijos desalojados rechazan ir a un albergue hasta que termine el balotaje. Siguen en la calle. Arturo habla de la unidad de la familia. Ricardo también. Los “iluminados” los miran. No la ven.
El 70 por ciento de los correntinos los vota. “Vuelve Ricardo”, “Estamos con Arturo”. No la ven.
periodista
Una madre desalojada y sus hambrientos hijos tirados en el pavimento. Un abogado ex rugbier recién salido de la cama solar, Cúneo Libarona, en un modesto hotel céntrico, denuncia a Ricardo Colombi por enriquecimiento ilícito. El secretario privado del gobernador está preso por lo mismo. Una solicitada de su madre ruega por su libertad y le pide a Ricardo que deje de manejar la Justicia. La otra madre no sabe lo que es enriquecerse y resiste en su intento de conseguir una vivienda. No la ven.
Arturo Colombi acaba de prometerle 300 pesos a cada empleado público (son 75 mil) para que lo voten. El peronismo (¿peronismo?) que no termina de entrar en escena. Una denuncia de fraude que no surte efecto. La izquierda (¿la izquierda?) que nadie sabe dónde está. No la ven.
Un tenso clima de campaña electoral. Los sindicatos que no convocan a nadie. Un balotaje entre dos primos. Un ex gobernador condenado tres veces, en libertad. Su hermano, otro ex gobernador, lo defiende. La Justicia (¿la justicia?) afirma ser independiente. El gobernador entra al despacho del presidente de la Junta Electoral, un juez de la provincia. El gobernador se retira del despacho. Entra otro candidato a gobernador. La Justicia reitera que es independiente. No la ven.
Ricardo denuncia que quieren provocar la intervención federal número veinte para no dejarlo asumir. Tato Romero Feris denuncia que buscan meterlo preso. Su hermano lo defiende otra vez. Dos primos responden (¿responden?) a preguntas (¿preguntas?) sobre sus propuestas (¿propuestas?) para gobernar la provincia. Los escucha un centenar de correntinos “iluminados” en una modesta sala del Consejo de Ingenieros. No la ven.
La Justicia ratifica que la desalojó porque ocupada una vivienda ajena. Un ex comisario enjuiciado y detenido dice que no sabe dónde están los desaparecidos. Dos hermanos, muchos hermanos, piden justicia hace tres décadas. La madre sigue en la calle, la campaña electoral también. No la ven.
A otras miles tampoco. El abogado dice que trabaja gracias a muchas causas de corrupción en el país. En algunos casos acusa, en la mayoría defiende. La pelea por la fecha del carnaval es más fuerte. La madre y sus hijos desalojados rechazan ir a un albergue hasta que termine el balotaje. Siguen en la calle. Arturo habla de la unidad de la familia. Ricardo también. Los “iluminados” los miran. No la ven.
El 70 por ciento de los correntinos los vota. “Vuelve Ricardo”, “Estamos con Arturo”. No la ven.
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