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29.12.10

La paloma de Duhalde

Por Sandra Russo, Página 12. Cuando Eduardo Duhalde llegó a presidente, después del verano ardiente del 2002, puso orden. Su llegada al poder fue la consecuencia de una escena de la que él fue un constructor. No sólo por haber fogoneado los saqueos en el conurbano para darle un empujón a De la Rúa (que por otra parte se hubiera ido igual con sus 39 muertos en la conciencia), sino desde antes, sobre todo desde antes. Duhalde ayudó a construir esa escena también por haber sido uno de los principales protagonistas de las políticas neoliberales que implantó el menemato. Cuando se reformó el Estado por ley, cuando se lo achicó, cuando se decidió trasladar al poder económico, al mercado, la brújula de la democracia, Duhalde era vicepresidente. De modo que cuando llegó a presidente también puso orden en lo que había colaborado a gestar, ese Conurbano que era una brasa de rabia contenida, la trampa cazabobos para los excluidos de todo el país. Lo que antes habían sido las villas de emergencia quedaron congeladas en la pobreza estructural. Desde pueblos fantasma del interior, ya devastados por las privatizaciones generalizadas, llegaban los desesperados. Pero nunca pudieron ingresar, sólo asentarse.

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15.12.10

Pogrom

Por Alicia Dujovne Ortiz, Página 12. Cuando yo era chica, mi madre, bolche si las hubo, solía referirse a un misterioso personaje llamado “pequeñoburgués”. A juzgar por el rictus de sus labios, el tamañito del personaje no la enternecía para nada. Además, la mención del pequeñuelo iba siempre acompañada por la palabra “prejuicio”. Un montón de cosas que a mí me encantaban eran desechadas categóricamente por formar parte del “prejuicio pequeñoburgués”. Con el correr del tiempo tuve por fuerza que admitir la existencia real del enanito, y comprender, de paso, que su pequeñez no sólo se relacionaba con su bolsillo, menos abultado que el del gran burgués, sino con las dimensiones de su cerebro. No es que la gran burguesía no tenga cerebro de mosquito, sino que el del pequeñoburgués se empequeñece en la medida misma de su terror a que los haberes se le reduzcan todavía más, y a pasar de medio o cuarto de burgués a pobre entero. La definición del pequeño burgués y de su prejuicio podría justamente ser: alguien con miedo.
¿De qué? De que el diferente no se le vaya a convertir en semejante o, más bien, de que él no se encuentre de buenas a primeras convertido en otro: pobre, negro y feo. Y maloliente, ya que estamos. Cuando Jacques Chirac quiso congraciarse con la mayoría de pequeñoburgueses prejuiciosos que integra su país, aludió a “los olores” de la inmigración. Lo mismo ha hecho Sarkozy con los gitanos, obteniendo como compensación un 60 por ciento de opiniones pequeñoburguesas favorables, y lo mismito, para decirlo en boliviano, acaba de hacer Macri.
La falta de ternura de mi madre hacia el personajito de marras se basaba en cierto conocimiento de la historia. ¿Cómo se arma un pogrom? Atizando el miedo de los pequeños y, créase o no, su envidia: ese judío ropavejero tiene más plata que yo, a ese negro de mierda lo ayudan con planes y a mí no. Siempre hay un Zar o un Führer que echa leña al fuego y siempre los punteros por ellos enviados con el objeto de excitar al pequeñoburgués encuentran las palabras justas para que el temeroso y/o envidioso, en general buen muchacho, buen padre y buen amigo, se vuelva criminal.

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11.12.10

Lo perverso en Macri

Por Sandra Russo, Página 12. La imagen de Soldati en el atardecer del jueves, cuando la Metropolitana se retiró por completo y dejó solos a esos vecinos y a esos ocupantes cuyo celo recíproco fogonearon el jefe de Gobierno porteño y sus funcionarios todo el día, trajo velozmente a la memoria el recuerdo de los saqueos del ’89 y los del 2001. En los dos casos, los acontecimientos desempozaron el perfil facho de esas clases medias que cuelgan de un alambre o a las que un alambrado separa de la exclusión.
Vuelvo a 1989: preanunciando la caída de Alfonsín, en el conurbano y en Rosario, turbas autóctonas sin nada avanzaban sobre supermercados y desbordaban a la policía, que era reclamada a los gritos por los vecinos de los barrios pobres, pero de cemento: hay una foto de una terraza muy precaria con su propietario encaramado en ella con una escopeta. Gritaba que se defendería “de los negros”. El Estado se retiraba y dejaba que el descontrol marcara el fin de un gobierno.
Esta vez fue distinto: fue el propio gobierno porteño el que convocó a esa escena. Lo hizo agitando antes de Navidad el tema de las escrituras para los pobladores “originales” de las villas (en Noticias Urbanas del 6 de diciembre se publican los dichos al respecto de Horacio Rodríguez Larreta y un debate con Aníbal Ibarra); lo hizo el martes, permitiendo que la Policía Metropolitana, a cargo de la custodia del predio, dejara entrar al grupo de punteros que precedió a la entrada masiva de ocupantes; lo hizo proporcionando un relato, a cargo de Mauricio Macri, según el cual la Policía Federal, al retirarse de una escena que ya tenía dos muertos y varios heridos, “dejaba solos a los vecinos”, y que la culpa de todo la tienen los bolivianos y peruanos y paraguayos que no paran de llegar porque el gobierno nacional no pone ninguna traba. Como simple espectador de noticieros tendenciosos y de discurso racista (“estos vecinos aclaran que ellos no son piqueteros, que están cortando la ruta por necesidad”, repetía un cronista que no obstante momentos después era acorralado por vecinos armados con machetes y armas de fuego. Esa crónica supone que la necesidad está del lado de la preservación del cemento y no, también, de la intemperie de los otros), uno advierte que hay un flanco que ningún informativo cubría: quiénes convocaron, quiénes lotearon, quiénes cobraron inscripciones en falsas listas de lotes, quiénes fueron los punteros que operaron desde varios días antes del conflicto.


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4.12.10

Whiskyleaks

Por Luis Bruschtein, Página 12. De los más de 250 mil cables que liberó Wikileaks, 2233 corresponden a la Argentina, o sea menos del uno por ciento. Sin embargo, El País (el único medio de habla hispana de los cinco que tuvieron acceso inicial a los cables) le ha otorgado un centimetraje de nota principal en tres de los cuatro primeros días del wikileaksgate. Una de dos: Argentina es uno de los países más importantes para los Estados Unidos o es uno de los más importantes para El País. Lo primero suena un tanto pretencioso. Argentina no es tan importante en el mundo, aunque así les pueda parecer a los argentinos. Entonces se trata de una decisión editorial del diario español, asociado en la Argentina con el diario La Nación, y dueño o socio en la propiedad de otros medios de comunicación, entre ellos Radio Continental.
El primer día, El País le dedicó un lugar en la tapa: “Preocupación en Estados Unidos por la salud mental” de Cristina Kirchner. Un destaque así es poco menos que decir que la presidenta argentina está tan mal de la cabeza que le chifla el moño. Ese mismo día publicaba en la portada junto a la foto de Cristina Kirchner, las de Sarkozy, Ahmadinejad, Chávez, Merkel y Putin. El País, cuya mirada sobre América latina suele ser muy conservadora, forzaba a toda máquina los cables relacionados con Argentina. Se supone que el foco de atención internacional está puesto en Afganistán, en Medio Oriente, China o Europa. Pero El País ha incorporado a la Argentina a esa reducida lista.
De la palabra “preocupación” con la que presentó la noticia el primer día, y que fue utilizada por el diario La Nación al siguiente para su principal título de tapa, pasó al más sobrio “inquietud” en el título de la nota cuando finalmente apareció, y terminó en un modesto “curiosidad” en el texto de la periodista Soledad Gallego. En el primer día la nota destacaba que la preocupación que despertaba en Estados Unidos el gobierno de Cristina Kirchner los había llevado al punto de inquirir sobre la salud de la Presidenta. Pero el cable original no hablaba en ningún momento de preocupación por la política del gobierno argentino. Eso era un agregado libre de El País. La corresponsal en Argentina finalmente aclaró que el planteo de ese cable –que llevaba la firma de “Clinton”– consistía en un trámite normal en las cancillerías que suelen pedir un perfil psicológico de los principales líderes. En todo caso, el cable nunca hablaba de “salud mental”, como se consignaba inicialmente en El País, sino que preguntaba por el “estado mental” y la salud de la Presidenta. En esa jerga periodística “salud mental” quiere decir loco. “Estado mental” es mucho más amplio y abarca situaciones que están enumeradas en el mismo cable, como por ejemplo la capacidad de la Presidenta para tomar decisiones en situaciones de estrés.

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28.11.10

De regreso, Mirtha

Por Eduardo Fabregat, Página 12. La escena se desarrolla en el blanco y negro televisivo de 1978 y el audio tiene su soplido, pero las palabras llegan con absoluta claridad. Almuerzan con la señora Mirtha Legrand el señor Claudio Levrino, actor; la señora Susana Giménez, actriz, vedette; la señorita Ginette Reynal, modelo; y el señor Laureano Brizuela, cantante. Y es Brizuela, precisamente, el que lleva la voz cantante con eso de la “campaña antiargentina en el exterior”, a lo que todos asienten enfáticamente: “Nadie sabe la tranquilidad que se respira acá, ahora más que nunca”, dice el muchachito de traje blanco, y Susana señala que “lo que detesto más en la vida es que la gente juzgue algo que no conoce”, y Mirtha repite que “estamos viendo una campaña organizada”. Y luego todos se emocionan por el Mundial, y por cómo “nos nacionalizó, nos argentinizó”, y la señora apunta que fue al último partido y todos lloraban y el presidente Videla también, el presidente tenía lágrimas en los ojos, y que se acuerda y se emociona de nuevo. Y cierra: “¿Qué tal está el postre, está rico, chicos?”
Esta semana, en un programa televisivo de Uruguay, Federico Luppi pateó el hormiguero: “No sé qué me irrita más de Mirtha: si su profunda y extensa ignorancia o el estado totalmente reaccionario de su alma. Un alma pobre. Dice cosas que son realmente agresivas y que desmienten la capacidad humana que tenemos de convivir”. Cuando se le mostró una foto de Giménez, el actor pidió permiso para utilizar términos fuertes y señaló que “Susana caga por la boca”. Dolida, la diva de los almuerzos pidió que la Presidenta “tome cartas en el asunto” y no dudó en apuntar al Gobierno por las declaraciones de un particular. “Utilizó el mismo término que Aníbal Fernández. ¿Quiénes les dan letra a los que hablan mal de las figuras? Jamás en mi vida vi algo así. Hay alguien que les da letra. El Gobierno debería fijarse cómo hablan los actores que promueven. ¡Dios mío! ¿Qué es esto? ¿Una dictadura?” Susana prefirió apuntar que “las declaraciones me sorprendieron... Me dijeron que no está muy bien, la verdad que no tengo nada que decir, para mí fue un gran actor y bueno, estará pasando un mal momento”. No faltó quien disparara munición gruesa sobre Luppi aludiendo a cuestiones de su vida privada, solapando las causas del brulote, el porqué de la referencia a esas dos figuras.

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10.11.10

El solitario final del represor

Por Daniel Casal, Noticias Argentinas. Emilio Massera murió por un “paro cardiorrespiratorio no traumático”. Justo él, el mayor ideólogo de las muertes traumáticas de una generación de argentinos que se opuso a la instauración de un modelo político y económico salvaje.
Pero no importa su manera de partir, sino que el juicio de la historia ya le haya dedicado para siempre buena parte de las hojas más negras, esas que ya nunca podrán blanquearse. Por más que diarios como Clarín sólo ubiquen a la noticia en un recuadro de tapa y que una de sus notas de cabeza de página haya sido: Hay nidos de pájaros en la Esma, el lugar donde Massera alojó el horror. Ni que La Nueva Provincia de Bahía Blanca –ciudad cuna de marinos– publique: “Massera, no fue, demás está decirlo, la mezcla de Maquiavelo y asesino serial que han pintado sus enemigos, tan feroces a la hora de enjuiciarlo con la pluma, como lo habían enfrentado antes en esa tremenda guerra civil en la cual ellos llevaron la peor parte”.
El oscuro almirante representó a las mil caras en que puede dibujarse el terror. Fue el mentor de Alfredo Astiz con su infiltración entre las primeras Madres de Plaza de Mayo y las monjas francesas. El inventor de los “vuelos de la muerte”, cuando aviones de la Armada tiraban cuerpos de desaparecidos que aún permanecían vivos. El constructor de ese monumento del horror que significa la Escuela de Mecánica de la Armada, hoy convertida, con estricta justicia, en un Museo de la Memoria. El perseguidor en el exterior de aquellos encargados de la supuesta campaña “antiargentina” y el matador del periodista Rodolfo Walsh.

Ahora, me queda más claro, que cada uniformado que nos perseguía por aquellos días estaba representado en la imagen siniestra de un hombre peinado a la gomina y cejas tupidas. Allí estaba en cada marcha que se organizaba en contra del Proceso, en cada persecución a estudiantes, trabajadores e intelectuales.
En esos profesores venidos de la Armada, o de otras fuerzas, o en cada plan de estudio que quería hacer creer que la filosofía se debatía sobre todo entre platónicos y aristotéĺicos y concluía con el alemán Immanuel Kant. O que la historia argentina se enaltecía con Julio Argentino Roca y terminaba en Félix Uriburu, líder del primer golpe de Estado en la Argentina.
En cada libro que no pudimos leer, en cada película censurada, en aquellos cantantes que no pudimos escuchar y en tanto oscurantismo. Massera quiso seguir una carrera política luego del Proceso, tras la debacle de Malvinas, pero las luchas populares ya lo habían condenado para siempre.
Es que como escribió Mario Benedetti en El sur también existe: “Aquí abajo, abajo, cerca de las raíces, es donde la memoria ningún recuerdo omite”.

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1.11.10

La muerte que no mata

Hernán Álvarez,
periodista



Cuando Cristina Fernández decidió velar a Néstor Kirchner en la Casa Rosada (y por 48 horas), quedó claro que su futuro político es la lucha por el poder, lo que se traduce en heredar inmediatamente el liderazgo de la política y lo político. Buscará su reelección en 2011 sin rivales internos, será el eje de las discusiones centrales del Partido Justicialista, seguirá siendo la principal protagonista de las noticias oficiales y la principal fuente para los medios de comunicación. De lo contrario, hubiese velado a su marido con un reducido entorno de amigos y familiares. El significado del funeral fue la construcción política del pueblo y, por lo tanto, del poder.
El funeral de Kirchner se convirtió en un acto político masivo y popular por excelencia. Fue un proceso en el que se identificaron marcas clave de un pensamiento que se mostró políticamente organizado: las imágenes del pueblo que lloró a su líder, el líder muerto e inmortalizado por el pueblo, su heredera de pie y el pueblo, a su lado, que le advirtió que debe continuar el proyecto que gobierna para el pueblo.
En el funeral de Kirchner, la palabra clave fue pueblo: los mozos de la Rosada llorando, la mujer que confiesa haber vivido de la basura en 2003, el barítono improvisando el Ave María, la viuda que abraza a la anciana que la moja en lágrimas, los jóvenes, Maradona, Batista, todo el PJ, presidentes del continente, sindicalistas, más jóvenes, niños en andas, las Abuelas, las Madres, los actores, el industrial, el comerciante, el docente, el político y el intelectual. Todas esas presencias en el ritual cristiano representaron una clara configuración de poder, donde no hubo espacio para la duda, el desconcierto, la incertidumbre o las medias tintas.
El funeral fue un discurso unánime y homogéneo, consistente en razones y pasiones, y quedó claro que ése fue el discurso que dominó en una semiósfera donde los aparatos ideológicos del pueblo parecen haber ganado el terreno de la lucha por la imposición de ideas. La idea que el funeral político impuso es la de un gobierno firme, organizado y respaldado, con fervor popular, en una conjunción ideal de razones y pasiones que explican tan explícito apoyo. Una idea de firmeza reelaborada en el conjunto social.
La de Kirchner es la muerte que no mata, porque hizo brotar esa efervescencia popular que no se veía desde los tiempos de Perón y Evita en Argentina. Qué casualidad: otra vez el peronismo construyendo líderes y reviviendo pasiones populares pesar de la muerte.
El funeral de Néstor Kirchner fue una clara demostración de poder, en un proceso complejo en el que Cristina se anticipó a los que, minutos después de la muerte de su esposo, creían haberse anticipado para ganar el terreno de la llamada opinión pública. Como de costumbre, sin mediar respeto ni pudor, los voceros de esa pequeña clase social (la oligarquía, según la historia) pretendieron anticiparse con actitudes perversas que destilaron el espíritu golpista de siempre de la derecha. El caso de Rosendo Fraga es un ejemplo que resume todo: la derecha creyó que podría haber metido a la opinión pública en un estado de shock, de incertidumbre y desconcierto tras la muerte del líder. A menos de dos horas de confirmarse el fallecimiento, Fraga publicó una nota en el diario de los Mitre. Pero ese texto destituyente quedó de inmediato en el tacho de los ridículos cuando el funeral demostró ganar la escena de las interpretaciones sociales.
Esta vez, el discurso dominante de la derecha no pudo dominar y murió en su intento. Sus aparatos ideológicos fracasaron cuando quisieron mostrar un gobierno que se caía rápidamente tras la muerte del líder, como si ese liderazgo no tuviese herederos.
El desafío del Gobierno será mantenerse apegado al concepto de pueblo y seguir demostrando el fracaso de los intentos destituyentes. Será difícil porque la política es lucha y conflicto, un ir y venir de marchas y contramarchas (acaso causas y azares), todo lo contrario al pensamiento de la derecha, que cree que lo difícil es imposible.

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¿Quién le teme al Lobo Feroz?

Por Walter Goobar, Miradas al Sur. Con el cadáver de Néstor Kirchner aún tibio, los voceros rapaces del establishment mostraron sus afiladas garras. A escasos veinte minutos de la muerte del ex presidente, Eduardo Van der Kooy ya tenía subida su columna en la edición digital de Clarín, cargada de un triunfalismo mal disimulado.
En el impúdico análisis se puede leer la parte final donde expresa que estamos ante “un país condenado entre la tragedia y el drama”, luego de señalar la incertidumbre sobre el futuro del kirchnerismo ante el incipiente año electoral. Al día siguiente, el columnista continuó relamiéndose: “El deceso de Kirchner obligará a ahora a Cristina a un esfuerzo ingente para manejar la maltrecha maquinaria de poder que le dejó su marido como herencia. El denominador común sería, entonces, la concentración y el personalismo que el peronismo repite como una praxis que no le reditúa previsibilidad a la marcha de la Argentina”.
Ciertos príncipes de la ficción política ven la realidad compuesta sólo de dos elementos contradictorios que se van uniendo y separando indefinidamente, es un juego que ya inventaron los presocraticos, pero que los Morales Solá, los Fraga, los Van Der Kooy, los Blanck, los Grondona y los Fontevecchia han perfeccionado entre nosotros.
La misoginia rapaz de Rosendo Fraga tampoco se hizo esperar. En su columna de La Nación, este ex asesor del dictador Roberto Viola trata a la Presidenta como una esposa sumisa, sin poder de decisión. Fraga, de cuyo apellido proviene el término “fragote” que puso nombre a las asonadas militares en la que participaron sus antepasados y él mismo, se permitió elevar, con el muerto fresco, las condiciones a las que debería sumirse Cristina para ejercer el Poder. En este sentido, Fraga se limitó a intentar cerrar el círculo que inauguró el director de La Nación, José Claudio Escribano, cuando apenas asumido Kirchner en 2003 publicó en tapa el pliego de condiciones a las que debía someterse si quería completar el primer año de mandato: reacomodar las relaciones con el FMI, amnistiar a los militares, romper con Cuba.
Desde el mismo diario, Carlos Pagni recurrió a un procaz silogismo: si la muerte de Kirchner era comparable a la de Perón, Cristina es un equivalente de Isabelita, con lo que trató a la Presidenta de incapaz, de “dependiente emocional” y de “títere de su marido”.
El doctor Nelson Castro reduce la muerte de Kirchner a una patológica ambición de poder: “El caso del ex presidente expone, una vez más, la real magnitud de la enfermedad de poder. Es un mal que afecta a todos aquellos que se ubican en una posición de poder y que luchan por mantenerlo y aumentarlo. Es un mal que tiene un componente psicológico muy marcado, que potencia rasgos patológicos que cada uno de nosotros, como personas, tenemos y manifestamos en nuestra vida diaria”, escribió.
Es cierto que el poder desgasta... al que no lo tiene, pero no es menos cierto que el reduccionismo de este razonamiento troglodita también permitiría –por ejemplo–, explicar las elecciones sexuales en términos de salud o enfermedad.
En una nota titulada El triunfo cultural de Kirchner, Jorge Fontevecchia vaticina que “Cristina es la gran incógnita. Puede desarrollar resiliencia, asumir como presidenta plena y transformarse en candidata de su espacio político con mayores posibilidades de triunfo en las próximas elecciones que las que tenía su ex marido. O puede comenzar un proceso emocional que aterrice en el traspaso de poder en diciembre del año próximo con más o menos turbulencias, dependiendo de si se inclina al desapego de un duelo melancólico o al un nerviosismo de un proceso maniático”.
La derecha atraviesa un problema con la muerte de Kirchner: el cuento del Lobo Feroz, del Hombre de la Bolsa o del malvado de las historietas le resultaba funcional para seguir machacando con el mito del “aplastamiento de las instituciones”, el “clima de crispación y confrontación”, la “división de la sociedad” y todo el resto de fábulas utilizadas para ocultar la afectación de sus intereses y sus bolsillos. Paradójicamente, la muerte de Kirchner les permitió comprobar que estos relatos infantiles construidos con el mismo lenguaje de débiles mentales con que los adultos les hablamos a los niños cuando empiezan a descubrir el mundo, sólo sirvieron para asustar y engañar a aquellos adultos que pedían ser engañados, pero no idiotizaron a los jóvenes ni a los niños. Todo lo contrario.
Los Morales Solá, los Van Der Kooy, los Fraga y los Fontevecchia trasvistieron las fórmulas maniqueas de la literatura infantil –o de la historieta–, poblando a la Argentina de equivalentes modernos de reyes malvados, princesas encantadas, ogros infames. Suponen que sus lectores son tan cretinos como ellos mismos y escriben así para engañarlos con un mundo fantasioso y ajeno a ellos por completo.
Los jóvenes –que por lo general no entienden a los adultos–, comprendieron en cambio muy bien los motivos del Lobo Feroz, sobre todo porque el feroz y transgresor lobo Kirchner les permitió expresarse sin riesgos y sin hipocresía.
Aunque han perdido a su enemigo ideal, después de un tiempo prudencial e incierto los escribas de la derecha seguirán arremetiendo con sus relatos y sus fábulas para esmerilar a Cristina. Por las dudas deberían advertir que ahora hay una masa crítica de gente joven politizada y movilizada que no está para cuentos.
En ese sentido, uno de los legados más interesantes y efectivos que deja Kirchner es que obligó a partir aguas. Obligó a ponerse de un lado o de otro, cuando ya parecía imposible que la pasión política se reinstalara en este país.

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30.10.10

Mucho pueblo en la calle, mucha miseria en la prensa


Fito Paniagua

La marea humana que pasó por la Casa Rosada para despedir a Néstor Kirchner, entre la mañana del jueves y el mediodía del viernes, y acompañó luego el cortejo fúnebre hasta el aeroparque, que le dijo ¡gracias! al ex presidente y ¡fuerza! a Cristina Fernández, por un lado. El odio indisimulable en los abyectos análisis de columnistas en los dos principales diarios del país, Clarín y La Nación, y el canal de noticias TN, por el otro.
El aluvión, como tituló Página 12 en su tapa del viernes, nutrido de juventud, dolor y desconsuelo, en la calle. Analistas políticos cuasidecrépitos, misóginos escribas de la derecha, profesionales de la infamia, de festejo en las redacciones y delante de las cámaras.
En la calle, el ¡gracias, Néstor! contenía los derechos humanos, la nueva Corte Suprema de Justicia, el fin de la Ley Federal de Educación y de las AFJP, el crecimiento de la economía, la rentabilidad del campo, la discusión del salario, la asignación universal, la integración latinoamericana, la ley de medios, el matrimonio igualitario… El ¡fuerza, Cristina!, el aliento para seguir adelante con todo eso e ir por más.
En la prensa, la especulación aviesa acerca de un posible vacío de poder, el desparramo de la palabra que más les gusta, ultrakirchnerismo, y del resto del glosario virulento que el periodismo anti-K acuñó en todos estos años: fanatismo, sectarismo, división, odio, enemigo, revanchismo. Todo ello, marcado por la veleidad propia de la chatura intelectual y por la brutalidad que imponen los intereses de los grupos mediático-económicos.
Joaquín Morales Solá, muy respetado por el establishment periodístico-político-económico, perpetró otra canallada más en el diario La Nación: “Miles de personas, muchas espontáneas y otras tantas movilizadas, desfilaron por la Casa de Gobierno; sobraron las consignas sectarias. La ciudad, sin embargo, no alteró el ritmo normal de su vida cotidiana. Una enorme mayoría social optó por cumplir con los menesteres de todos los días: respetó sus horas de trabajo, fue al banco, consultó con su médico, departió con amigos en un café, hizo las compras necesarias y no cambió el decurso natural de la vida”.
De acuerdo con el criterio de Morales Solá, ningún acontecimiento del planeta merecería trascender: un sismo y un tsunami acaban de matar a unas 400 personas en Indonesia; sin embargo, el resto del mundo siguió con sus actividades cotidianas. ¿Se puede ser tan insolente?
Los cientos de miles que salieron a la calle para despedir a Kirchner y a apoyar a la Presidenta no son los que, colonizados por la furia anti-K de la prensa, repiten comentarios malintencionados en la cola del supermercado, ni los que dejan sus insultos en las ediciones on line de Clarín, La Nación y Perfil, en su intento de propagar de la manera más burda el odio a los K.
Los Morales Solá, los Van der Kooy, los Eliaschev, los Leuco, los Majul y el resto de los “los” de la caterva periodístico-político-económica siguen agazapados, ocultos y en silencio delante de la pantalla de una PC o de una notebook. El aluvión, en cambio, puede salir, gritar y contagiar: ¡Gracias, Néstor! ¡Fuerza, Cristina!

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28.10.10

Todos menos uno. Un imprescindible


José Luis Brés Palacio

Data Chaco | Hipócritas.

Hay hombres que luchan un día y son buenos.
Hay otros que luchan un año y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos.
Pero hay los que luchan toda la vida: ésos
son los imprescindibles.

Bertolt Brecht

Fue la primera cita que me vino a la cabeza. La descubrí por el padre de mi entrañable amiga. Ese hombre me dijo después: “Mirá, ser de izquierda no es una manera de pensar, sino una manera de vivir”, y me partió la cabeza y la vida. Para alguien que venía de donde yo venía, no era sólo un paso, sino un salto gigante.
Hoy, 27 de octubre de 2010, preparándome para recibir al censista, una noticia me dejó paralizado. Murió Néstor Kirchner. “Todos menos uno, un imprescindible”, fue lo que se me ocurrió. Lo increíble: sin darme cuenta, estaba llorando. Y comencé a preguntarme. Si no soy peronista, ¿por qué lloro? Y seguí preguntándome todo el día.
Tan súbitamente como habían llegado las preguntas, comenzaron a llegar ciertas “respuestas”. Política de Derechos Humanos, juicio y castigo a los genocidas y sus cómplices de la última dictadura cívico-militar, reestatización de las jubilaciones, Ley de Servicios Audiovisuales, derogación de las leyes de impunidad (Obediencia Debida y Punto Final), derogación de la Ley Federal de Educación, asignación universal por hijo, Ley de Educación Nacional, fútbol para todos (pero, en serio),... y un largo etcétera. Así, todo desordenado cronológicamente.
Pero, la tristeza continuaba. Y las preguntas seguían allí.
Alguien dijo que lo más notable del kirchnerismo era su oposición.
Y la mejor explicación de hoy me la dieron Clarín y La Nación. A sólo horas de haberse conocido la noticia, salieron a preguntarse si Cristina Fernández podría seguir gobernando sin Néstor Kirchner.
Huelgan los comentarios.
Ahora, una versión libre del epígrafe de Bertolt Brecht es lo único que se me esboza como respuesta.
Hay hombres que oprimen un día y son malos.
Hay otros que oprimen un año y son peores.
Hay quienes oprimen muchos años y son muy malos.
Pero hay los que oprimen toda la vida: ésos
son los hijos de puta.

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22.10.10

Instrucciones


Fito Paniagua

Rápido, la corporación periodística argentina halló a los verdaderos “autores intelectuales” del asesinato de Mariano Ferreyra, el joven militante del Partido Obrero muerto de un tiro durante una protesta de ferroviarios. Ellos son Néstor Kirchner y Cristina Fernández, el matrimonio presidencial, como la prensa gusta de llamarlos.
Los diarios Clarín, El Cronista y La Nación tuvieron hoy una misma mirada sobre lo ocurrido el miércoles 20, en Barracas, donde mataron a Ferreyra: sin medias tintas, les atribuyeron a los Kirchner la responsabilidad final del luctuoso desenlace del “enfrentamiento” ferroviario, el cual, según estos diarios, no fue más que el resultado del clima de “confrontación”, “crispación” e “intolerancia” promovido por el Gobierno.
La reacción, bien uniforme, es una muestra más del afán de la prensa hegemónica de desprestigiar a los Kirchner. El artículo que firma Jorge Fernández Díaz, en La Nación, es muy revelador. Con el título Instrucciones para armar un polvorín, Fernández Díaz habla por toda la corporación. Éstas son las instrucciones: “1) Pronuncie discursos violentos contra distintos actores sociales. Muestre que la retórica del enfrentamiento constante es necesaria y patriótica. Convierta, todo el tiempo, a los simples adversarios en imperdonables enemigos. 2) Aliente la toma de colegios y puentes, salude las presiones sindicales, celebre las ocurrencias piqueteras. Haga la vista gorda o directamente festeje irregularidades callejeras, como el copamiento de una comisaría, boicots y bloqueos contra empresas o cortes permanentes de rutas. 3) Ocúpese de exaltar a los jóvenes revolucionarios de los 70. Borre los salvajismos humanos, políticos y militares que perpetraron y conviértalos en héroes. Proteja a terroristas extranjeros acusados de asesinar, en democracia, a políticos de su país. Asóciese con un sector de las Madres de Plaza de Mayo que reivindica expresamente la lucha armada, el atentado del 11 de Septiembre y a ETA. 4) Monte un dispositivo mediático que burle, desacredite e injurie a las personas que se atrevan a criticar a su gobierno (…) 5) Convierta al ortodoxo líder de la CGT en un Frankenstein todopoderoso que cultive la cultura de la prepotencia y el apriete. Deje que amenace, en nombre de la patria sindical, con hacerle la vida imposible a cualquier eventual alternancia política de la democracia. 6) Promueva, como lo sugieren los teóricos populistas, una política transversal de la división y fogonee el odio de unos contra otros. 7) Practique la alta inflación, que trae miseria, produce nervios y aviva la puja gremial hasta niveles supremos. Si usted cumple con estos siete puntos despreocúpese: su país será un polvorín. Lo único que debe hacer ahora es echarles la culpa a otros y gobernar sobre las cenizas”.
Aun a costa de ser poco original y simplista (después de todo, el artículo de Fernández Díaz es ambas cosas), se establecen aquí las Instrucciones para tumbar un gobierno, el real propósito de la corporación periodística respecto de la presidenta Cristina Fernández: 1) Publique noticias sesgadas y análisis y opiniones cargadas de críticas rayanas en el insulto contra el Gobierno y ataque a aquellos que lo apoyan, periodistas inclusive. Muestre que las políticas de inclusión son innecesarias y antipatrióticas. Convierta, todo el tiempo, al debate político en crispación, confrontación, enfrentamiento, intolerancia y violencia verbal. Háblese todo el tiempo de “sectores ultrakirchneristas” para marcar su condición de “capaces de todo”. 2) Aliente los cortes de rutas de la patronal campera, el desabastecimiento de alimentos; salude las presiones empresarias, celebre las ocurrencias irresponsables de la oposición. Haga la vista gorda con irregularidades, como la apropiación durante la dictadura de bebés y de empresas, como Papel Prensa. 3) Ocúpese de exaltar la nostalgia autoritaria de los 70 y las políticas neoliberales de los 90. Borre los salvajismos humanos, políticos y militares que perpetraron políticos y militares, con la complicidad de empresarios y de la prensa, insistiendo en que todo eso forma parte del pasado. Proteja a personajes vinculados con la dictadura militar. Asóciese con los sectores más reaccionarios, que reivindican los crímenes de lesa humanidad y los de lesa democracia. 4) Monte un dispositivo mediático que burle, desacredite e injurie a las personas que se atrevan a terminar con las prebendas y privilegios heredados por algunos sectores en los tiempos de la dictadura y ratificados durante el menemato. 5) Convierta a impresentables dirigentes políticos y de la patronal campera en dioses todopoderosos que cultiven el “orden” y la represión. Deje que amenacen, en nombre de la patria, con hacerle la vida imposible a cualquier eventual alternancia política de la democracia que ose alzarse contra sus intereses. 6) Promueva, como lo sugieren los teóricos neoliberales, una política transversal de exclusión social y fogonee el odio contra los sectores sociales postergados, como los piqueteros, los vendedores ambulantes, los cartoneros, por ser el caldo de cultivo de delincuentes. 7) Promueva los ajustes de tarifas y condene toda pretensión de mejoras salariales y de participación de los trabajadores de las ganancias de las empresas. Si usted cumple con estos siete puntos, despreocúpese: el gobierno empezará a tambalear. Lo único que debe hacer ahora es esperar hasta las próximas elecciones; el nuevo gobierno con el que usted sueña convertirá en cenizas todo lo conseguido hasta ahora”.

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18.10.10

Jubilaciones: una discusión central

Por Iván Heyn, Ni a Palos. La media sanción del 82% móvil para las jubilaciones cierra un debate en el que la oposición no aceptó discutir lo más importante: ¿cuál debe ser la estructura de un sistema previsional justo que garantice una vida digna para todos los jubilados? (*).
En nuestro país hay aproximadamente 5,5 millones de jubilados y 8 millones de trabajadores que tienen un trabajo formal. Los jubilados en el modelo ideal de sistema previsional deberían ser financiados por los trabajadores activos. En Argentina, el 11% de los salarios se destina al aporte previsional, mientras que los empleadores pagan un 16% más del monto total de los salarios con destino previsional. La cuenta es fácil, el 27% de cada salario va a las jubilaciones. Por lo tanto necesito 3 aportes previsionales para llegar al 82%. Pero la relación entre trabajadores y jubilados da 1,5, es decir, con los aportes de los trabajadores activos sólo se podría sostener una jubilación del 40% del ingreso de los trabajadores. Esto se explica porque el mercado de trabajo sigue manteniendo un nivel de informalidad muy alto, casi el 40% de los trabajadores en nuestro país son informales y por lo tanto no realizan aportes. Durante toda la década del 90 las privatizaciones y la desaparición de gran parte de nuestra estructura productiva dejó a gran cantidad de compatriotas en una situación precaria en materia laboral, llevándolos a realizar, muchas veces, actividades de subsistencia. A esto se le sumó la flexibilización laboral que generó condiciones precarias de empleo en gran parte de las actividades menos calificadas, por ejemplo, la construcción y la producción agropecuaria. La informalidad laboral implica que no existen aportes y, por lo tanto, se generan dos problemas: no se producen ingresos para sostener a los jubilados del presente, y esto produce que estos trabajadores no puedan tener su jubilación cuando llegan a la edad de tenerla. En esta situación se encontraban más de 2 millones de argentinos que en el gobierno de Néstor Kirchner pudieron jubilarse. Al día de hoy el sistema previsional argentino tiene la tasa de cobertura más alta de toda Latinoamérica, ya que cerca del 90% de sus jubilados recibe un ingreso previsional, con un mínimo de 1.100 pesos. Si bien el monto está lejos del 82% reclamado, hay que observar que si se tomara como base la cantidad de trabajadores que realizan aportes alcanzaría para pagar 736 pesos. ¿Cómo se llega al mínimo que se paga hoy? Bueno, la diferencia se obtiene de la recaudación general de impuestos y de las ganancias de las inversiones que se realizan con los fondos previsionales. En este contexto, el Estado destina casi el 57% del presupuesto a políticas sociales que son básicamente jubilaciones y Asignación Universal por Hijo.
Es claro que la discusión central no es cómo recortar el gasto en seguridad social sino cómo financiarla. En primer lugar, ¿cuál debería ser el modelo? ¿Uno en el que se pague en función de lo que se aportó en la vida activa? Ahí aparece el primer problema, ya que en nuestro país la mayor parte de la población gana poco y un pequeño sector mucho, por lo tanto, no tendría mucho sentido que el sistema de jubilaciones reproduzca estas diferencias de ingresos. ¿Cuál sería la alternativa? Se podría pagar un ingreso universal a todos los jubilados que garantice un nivel de vida digno, mientras que los que quieran percibir un mayor ingreso en la vejez podrían decidir además de sus aportes jubilatorios ahorrar a través de algún mecanismo de inversión privado. La segunda cuestión importante es cómo debería financiarse este sistema. Aquí la oposición hizo agua y no realizó ningún planteo sensato, de hecho el proyecto de suba de jubilaciones no dice de dónde salen los recursos para financiarlos. Algunos dicen que se deberían subir los aportes patronales. Pero como decíamos antes, hoy son del 16%, y si bien puede ser un buen esquema, también señalábamos que esto es para una parte del mercado de trabajo que es la que está en blanco. Otra alternativa podría ser gravar algunas rentas que no están del todo contempladas en el actual sistema tributario como la financiera o la minera. Sin embargo, lo perdemos de vista es que lo que debemos discutir es un sistema de recaudación tributaria que cobre impuestos a los más ricos para financiar el sistema de seguridad social. Esto se hace no sobre el empleo o sobre el consumo sino sobre las personas. El eje debe estar puesto en evitar que la riqueza que se genera se la apropien algunos para vivir en el lujo y la extravagancia, y que la misma se reinvierta para producir más. Para esto se necesita cobrar impuesto a las herencias, a los bienes de lujo y, obviamente, a la renta. Fijate todos los temas que los muchachos de la oposición se olvidaron de discutir.

(*) Este artículo fue escrito tras la media sanción de la ley del 82% móvil en la Cámara de Diputados, en agosto último.

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15.10.10

Una pesadilla: el gabinete del Sr. Cobos

Por Mempo Giardinelli, Página 12. De regreso de Frankfurt, en el vuelo, una pesadilla me dejó un horrible sabor de boca. Y si ahora debo compartirla con los lectores es porque ayer mismo la realidad me hizo pensar que podía suceder. Imagínense: ¿Qué sería de este país si por azares del destino el Sr. Julio Cleto Cobos deviniera presidente de la República?No tiene sentido conjeturar razones para semejante advenimiento, siendo que toda especulación sería ofensiva e inoportuna. Porque tenemos una Presidenta en ejercicio, que conduce esta nación con todos los atributos de la Constitución y la democracia. Y gusten más o gusten menos su estilo y sus decisiones, su figura es incuestionable. Sin embargo, en mi sueño, y no sé por qué extraña razón (esos enigmas son “naturales” en el mundo onírico), de pronto asumía la primera magistratura el Sr. Cobos, ruidosamente celebrado por no pocos cretinos, resentidos o confundidos, y por muchas almas inocentes pero con poco cerebro, de esas que en la Argentina siempre se quejan a destiempo, no saben de qué se quejan o se encolumnan detrás de oportunos quejosos profesionales.
Tras mucho dudar acerca de la conveniencia de escribir o no este texto de ciencia ficción política, aquí les cuento el escenario que vislumbré a diez mil metros de altura.
El actual vicepresidente asumía el cargo aplaudido por la horda de odiadores que pulula hoy en los medios hegemónicos. Sólo unos pocos desubicados recordábamos, inútilmente, que el hombre llegaba como producto del más grave error político del Sr. Néstor Kirchner, pero eso ya no tenía importancia. Lo que sí la tenía era que en el sueño el Sr. Cobos se rodeaba de los más competentes, lúcidos, éticos y patrióticos políticos de este país.


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2.9.10

La patria arrocera apura la construcción de Ayuí

Hernán Álvarez,
periodista



Buenos Aires Económico. En medio fuertes acusaciones, que incluyen investigaciones en tribunales federales y provinciales, el gobierno radical de Ricardo Colombi apura en Corrientes los últimos trámites para que las empresas lideradas por el vicepresidente de Clarín, José Antonio Aranda, y el magnate norteamericano George Soros comiencen a ejecutar el polémico proyecto Ayuí. El 8 de septiembre próximo es el día: podrán comenzar a construir la represa de 8 mil hectáreas que sacará agua pública de un arroyo y abastecerá a nada más que cuatro grandes firmas que concentran el 25% de la producción arrocera en la provincia. La ansiedad de Colombi de poner en marcha este emprendimiento emerge de los cuestionamientos que se precipitaron con más fuerza en las últimas dos semanas: la Cancillería argentina adelantó que iniciará acciones judiciales para frenar el proyecto, y el fiscal federal de Paso de los Libres, Antonio Benito Pont, le pidió a un juez que cite a declarar a los impulsores de la iniciativa. Ambos planteos se basan en el gran impacto ambiental que implica el uso del arroyo Ayuí, es decir, de un importante caudal de agua pública ubicado a 50 kilómetros de los Esteros del Iberá. Los trámites están casi terminados. Dentro de 10 días, Aranda y Soros estarán en condiciones de ordenar los primeros trabajos para la construcción de la represa. Vencerá el plazo para que cualquier ciudadano impugne el uso del arroyo para fines privados. El titular del Instituto Correntino del Agua y el Ambiente (Icaa), Mario Rujana, confirmó a Buenos Aires Económico que desde entonces los empresarios "quedarán con toda la autorización oficial correspondiente para avanzar". Sólo deberán notificar al organismo con 30 días de anticipación para clavar la primera palada en el corazón del territorio correntino. Cuando Rujana habló con este diario, se mostró ansioso y fue insistente al señalar que el emprendimiento "cuenta con todos los estudios de impacto ambiental correspondientes". Dijo que su organismo "no permitirá que exista contaminación". Trató de desterrar todo intento de objeción cuando recordó que "solo 7 de las 97 personas" que asistieron a la audiencia pública, realizada en la ciudad Mercedes, se expresaron en contra. "Fueron a decir que esto va a ser contaminante y que va a destruir bosques nativos, pero no tienen ningún argumento científico", afirmó. Si se quiere, Rujana es un funcionario de tercera línea en el gabinete de Colombi. Pero su trabajo técnico resultó clave para los empresarios en el intento de legitimar científicamente la represa. Es ante él que cualquier ciudadano puede presentarse e impugnar el proyecto, pero en el marco de las exigencias que los mismos emprendedores y el gobierno provincial consensuaron en una ley provincial que Colombi puso en vigencia el 10 de junio pasado. El funcionario anticipó cuál será la respuesta a quien impugne: "Tiene que tener argumentos científicos para cuestionarnos". Por eso, los caminos elegidos por legisladores provinciales, funcionarios nacionales, judiciales, algunos intendentes correntinos y representantes de organizaciones ambientalistas conducen a la Justicia. Rechazan al organismo de Rujana "por falta de credibilidad" al considerarlo "juez y parte".
El 8 de septiembre será entonces el fin de un largo proceso que arrancó en 2005 cuando el actual gobernador y su antecesor, su primo Arturo Colombi, comenzaron a dotar al emprendimiento de todas las autorizaciones legales necesarias. Hicieron todo lo posible para ceder el uso de un recurso público, agua dulce en este caso, a la consolidación de un proyecto privado que prevé una inversión inicial de US$ 60 millones, según sus propios impulsores. Ricardo y Arturo se enfrentaron en una feroz lucha por el poder en la provincia; el año pasado fueron a elecciones y uno derrotó al otro. Pero lo que nunca hicieron fue sacarle el pie del acelerador a esta megaobra encabezada por Aranda y Soros. El formidable negocio del proyecto Ayuí los unió. Ricardo asumió el 10 de diciembre pasado, cuando, en medio de una silbatina, su primo le entregó la banda de gobernador. Al día siguiente, nombró como ministro de la Producción a Jorge Vara, en una decisión que no fue casual: para cumplir ese rol, éste funcionario dejó el cargo de presidente de la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz. Esta entidad defiende con uñas y dientes la represa, exponiéndose como la "representante del sector productivo", mientras que ahora Vara tiene bajo su órbita al Instituto del Agua y el Ambiente. El miércoles pasado, ese Ministerio reunió a los técnicos del proyecto, representantes de los empresarios y funcionarios para que salgan a dar una última y cerrada defensa. Ricardo Freire, en representación de la Unión Transitoria de Empresas (UTE) que ejecutará la megaobra, salió con los tapones de punta ante una consulta de Buenos Aires Económico: "Acá el Gobierno nacional se mete para perjudicarnos cuando va a haber una inversión de US$ 60 millones, 1.500 puestos de trabajo y un gran crecimiento productivo. Nosotros vamos a avanzar".

Expansión
Este emprendimiento surge en el contexto de una expansión formidable de la producción de arroz. Con unas 80 mil hectáreas sembradas, ésta provincia se potencia como la principal productora del cultivo. Le sigue Entre Ríos con unas 3 mil hectáreas menos, pero con una capacidad de reservorios de agua dulce mucho menor. Está claro que Corrientes no es la patria sojera, producción que más bien escasea en sus campos. Pero la siembra del arroz nada tiene que envidiarle al avance de oleaginosa en otras partes del país. Los datos oficiales calculan que alcanzará las 100 mil hectáreas en la próxima campaña. La patria arrocera tiene sus propios atributos para competir con la sojera porque también es sinónimo de monocultivo y concentración de tierras. En este momento logra los mejores precios internacionales de la historia. Los US$ 600por tonelada de arroz para exportar, fundamentalmente a Brasil y Venezuela que son los principales socios, representan un alza del 19% en relación con 2009, y de un 100% si se compara con 2007. Estos son los datos que explican el apuro para almacenar agua como oro líquido en una represa de 8 mil hectáreas. Este gran lago, que arrasrá con los bosques nativos en esa amplitud, abastecerá a las firmas Pilagá, Copra y Tapantuva (de Clarín) y Adecoagro (de Soros), según datos de la Cancillería argentina. Éstas concentran cerca de 20 mil hectáreas sembradas, es decir, aproximadamente el 25% de producción de arroz. El 75% restante está en manos de un puñado de grandes productores correntinos que también apoyan a regañadientes el emprendimiento de Aranda y Soros. Algunos de ellos son el propio ministro de la Producción de la Provincia y la senadora nacional por el Partido Liberal, Josefina Meabe, quien viene siendo socia fiel de los primos Colombi en la política provincial de la última década.

Denuncias
La organización Salvemos el Iberá sostiene que la expansión de la patria arrocera se está comiendo parte de territorios urbanos. Las plantaciones rodean a Colonia Carlos Pellegrini, una pequeña localidad a orilla de los Esteros del Iberá, una de las reservas de agua dulce más importantes del mundo. El intendente de Monte Caseros, Eduardo Galantini, también sumó acusaciones esta semana cuando impulsó una ordenanza ante el Concejo Deliberante local para denunciar civil y penalmente a los responsables del emprendimiento. Aseguró a Buenos Aires Económico que la contaminación por el uso de agroquímicos llegará a Caseros porque el Ayuí desemboca en el río Miriñay, que bordea esa localidad. Los datos de este jefe comunal coinciden con los Salvemos el Iberá al señalar que el agua con agroquímicos, mediante el Miriñay, terminará en el río Uruguay. Justamente por esta confluencia de arroyos apareció la intervención del canciller Héctor Timerman, quien cuestionó la obra por la supuesta violación del Tratado del Río Uruguay. A las quejas se sumó el fiscal Benito Pont. Éste le pidió al juez de Resistencia, Carlos Skidelsky, que cite a declarar a los impulsores del proyecto o quien resulte responsable por la contaminación o cualquier manera de destrucción de espacios públicos. El funcionario judicial se amparó en el artículo 120 de la Constitución Nacional que le otorga la facultad de intervenir en defensa de "los intereses generales de la sociedad". El fiscal ordenó a la Policía Federal investigar las consecuencias del proyecto para recabar información que permitan iniciar una acción penal. Mientras tanto, la diputada provincial María Inés Fagetti cree que la justicia provincial citará en los próximos días a declarar a funcionarios de Colombi porque ella pidió que investigue la supuesta falsificación de los estudios de impacto ambiental que sirvieron para aprobar la ley que autoriza la obra. La legisladora denunció ante la prensa que para concretar la privatización del arroyo Ayuí, los técnicos borraron parte del texto en el que científicamente se admitía la destrucción de bosques nativos. Quedan diez días para ver el desenlace del polémico proyecto Ayuí: o es frenado al menos de manera preventiva por una orden judicial o avanza hacia la consolidación de un formidable negocio de la patria arrocera.

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24.8.10

Arqui(pre)textos


José Luis Brés Palacio

Salieron las palabras a escena y se desató el tembladeral. Santurrones rosario en mano sacaron su mediocridad de paseo en histéricos gorgoritos. Como en un contrapunto entre el medioevo y la era cibernética, funcionarios salieron a explicar y replicar. La piedra del escándalo: las palabras.
Claro, no eran palabras cualesquiera. Aunque fueran sólo dos, salieron a la palestra con el poder suficiente de despertar a los Torquemadas adormecidos. Una aludía al genital masculino y la otra a la masturbación. Claro, asignando a ambos referentes sus significantes más “crudos”.
Otro de los argumentos inquisitoriales apuntaban contra un verso en el que, claramente, se aludía a escamoteos sexuales “entre” niños. A pesar de la univocidad de la expresión, la santurronería vernácula salió a fustigar con la palabra “pedofilia” en la punta del látigo.
Oportunas fueron las aclaraciones del ministro de Educación, Francisco Tete Romero, y de la presidenta del Instituto de Cultura de la provincia, Silvia Robles, respecto de que el libro de la controversia, Arquitextos, no estaba destinado a las escuelas.
La comedia de los errores se completa con jóvenes docentes y escritores que reaccionaron más intrépida que racionalmente y salieron a defender la publicación, cuando no a tildar de censores a funcionarios. Un verdadero desatino.
Pero, el quid de la cuestión está en la equivocada inclusión de esos poemas en una publicación cuyo propósito era difundir la vasta y encomiable tarea desplegada por la red de talleres literarios Tomemos la Palabra nada menos que durante dos años. La errada decisión de alguien con, seguramente, menos experiencia y ubicuidad que años estuvo a punto (si no lo logró) de estropear el verdadero mérito del libro.
Habrá que ser explícito en un punto: de ninguna manera ese texto debería estar en las escuelas. “No se puede dar guiso a un bebé”, dijo alguien. Habría que agregar que caviar, tampoco. Eso no es lo importante en este entremés.
No entra en la cuestión la “literaturidad” o no de los poemas en cuestión. Ésa es una decisión de los lectores. Tampoco es esperable que la cultura se retrotraiga a los tiempos inquisitoriales. Toda palabra debe ser publicada. La encrucijada está en que esa sociedad en la que transitan las palabras reciba niveles de excelencia de educación e información. El mea culpa debería correr por cuenta de la docencia y del periodismo chaqueños. Ciertamente, una deuda pendiente.
Recomendable sería que quienes cometieron el yerro reflexionaran respecto de la diferencia entre la provocación y el insulto. Fundamentalmente, tener en cuenta que las palabras siempre tienen un contexto que no sólo completa el sentido de aquellas, sino que también justifica su uso. Si lo hicieran, serían capaces de aprender del error. Si no, la soberbia será su marca y la soledad de la élite, su destino. Y lo peor: la palabra seguirá naufragando entre seudovanguardistas y catequistas de la mediocridad.
La palabra mal usada sirve de pretexto para que los acólitos de la medianía desaten su insustancial furia.
Para concluir, sólo compárense los versos “genitomasturbariles” de la reyerta con éstos de Luis Eduardo Aute que aluden a la misma faena.

Dentro
A veces recuerdo tu imagen
desnuda en la noche vacía,
tu cuerpo sin peso se abre
y abrazo mi propia mentira.

Así me reanuda la sangre
tensando la carne dormida,
mis dedos aprietan, amantes,
un hondo compás de caricias.

Dentro
me quemo por ti,
me vierto sin ti
y nace un muerto.

Mi mano ahuyentó soledades
tomando tu forma precisa,
la piel que te hice en el aire
recibe un temblor de semilla.

Un quieto cansancio me esparce,
tu imagen se borra enseguida,
me llena una ausencia de hambre
y un dulce calor de saliva.

Dentro
me quemo por ti,
me vierto sin ti
y nace un muerto.


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23.8.10

Los canitas, una especie en evolución

Catriel López Acosta,
periodista



En Chaco hay dinosaurios y lejos están de ser una especie en extinción. Parafraseando a Charly García, los dinosaurios van a desaparecer…, pero no todavía. No en Chaco, al menos. Aquí evolucionan día a día. Comenzaron como agentes de seguridad de poca monta, de bajo rango, de mala calidad. Y hoy son un perfecto híbrido de la inseguridad, la delincuencia, la corrupción, la impunidad y la falta de educación.
Comienzan así. La Policía del Chaco realiza un llamado extraordinario para incorporar cadetes a la Escuela de Policía. Lo hace cuando existe la decisión política y se habilitan los fondos. También cuando se necesitan votos.
Lo cierto es que un número grande, siempre más grande que el que va a ingresar, se anota para formar parte de la “fuerza”. Que no es otra cosa que convertirse en un “canita”. Que no es otra cosa que asegurarse un ingreso mensual diario que permita sobrevivir.
¿Quedan los mejores? No. Quedan los mejores acomodados. Lo saben ellos mismos antes de postularse. De esa convocatoria al momento en que el joven sale a la calle con un uniforme que tiene que pagar, al igual que pagan en cuotas su pistola, no pasan más de siete meses. Los borceguíes les quedan grandes, los cintos les quedan grandes, y la responsabilidad también. Se ajustarán a la ropa. No así a la función.

PerfilesAntes de seguir, es importante conocer la opinión de una psicóloga que presta servicios en el departamento de reclutamiento de los canitas. Realiza test y entrevistas a los aspirantes para determinar un perfil psicológicoy la aptitud para ejercer la función de policía del orden público.
Para no comprometer su trabajo y por otras razones que cualquiera podría imaginar, vamos a llamarla, de ahora en adelante, la psicóloga. Ella contó cómo es el perfil de la mayoría de los aspirantes a policía. Básicamente, los definió como personas violentas, desequilibradas emocionalmente, resentidas y antisociales. Marcadas por la frustración e incapaces de ejercer la función para la que se los recluta.
¿Todos son así?, se le preguntó a la psicóloga. “Yo diría que sí. Y si no son todos, estamos hablando de un porcentaje elevadísimo, de más del 95 por ciento”, aseguró.
La pregunta siguiente fue: ¿Entonces cómo ingresan? “La mayoría a dedo, como favor de alguna autoridad. Otros, por aptitud física, me contaron los policías”, relató la psicóloga.
Durante las sesiones con los jóvenes aspirantes, la psicóloga rescató estos textuales: “Estudiar no sirve para nada. ¿Qué te va a decir un doctor si vos tenés un arma en la cintura?”; “Conozco a muchos chorros. Yo sé que no los voy a poder meter presos, pero por lo menos no me van a joder, porque (si lo hicieran), les meto un tiro”.
Los chicos que hablaron de esa manera con la profesional que les iba a decir si eran aptos o no para trabajar de policías, hoy son policías. Pese al dictamen de la psicóloga, queda claro.
Otro punto que la piscóloga resaltó es que la mayoría de los jóvenes no tiene interés por el estudio. Expresan abiertamente que no quieren o no les gusta estudiar. Y muchos no terminaron la secundaria o se frustraron rápidamente en alguna carrera universitaria o terciaria.

FunciónLos canitas ya existían dos años atrás. Pero el gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, decidió que debían ser más. Dijo que tenía que haber uno en cada esquina. Semejante anuncio derivó en una gran convocatoria y en una proliferación épica de estos “dinosaurios” vivos.
A casi dos años del anuncio, no hay uno en cada esquina. Pero en algún lugar están.
El 21 de junio de este año, el gobernador Capitanich volvió a hacer un anuncio. Aseguró que hablaba de “medidas para mejorar el funcionamiento de la Policía del Chaco y garantizar así seguridad pública en toda la provincia”.
El primer mandatario confirmó la asignación de 150 pesos para la compra de uniformes del personal subalterno, además de chalecos antibalas, una licitación pública para la adquisición de vehículos para la fuerza, la compra de cámaras digitales y handies para la identificación rápida de delitos y ubicación de los oficiales. Adelantó que se pondrá en funcionamiento definitivo el servicio del 911 y se otorgará una asignación de recursos para combustible y gastos extras, entre otras medidas.
El sábado 10 de julio, el Gobierno del Chaco anunció un plan habitacional dirigido específicamente a los integrantes de la Policía del Chaco, que prevé la construcción de 2.000 casas para efectivos provinciales y la entrega de créditos destinados a edificación o refacción de viviendas ya existentes.
El proyecto fue anunciado como una forma de reconocimiento a la labor policial, si bien la segunda lectura del anuncio, según el diario Norte, se hizo para “calmar los ánimos dentro de la fuerza, donde hubo sectores que cuestionaron la magnitud del aumento salarial concedido por el Poder Ejecutivo el mes pasado (el 21 de junio)”.
Lejos de haber uno en cada esquina, hoy el gobierno de Capitanich está preocupado por contener a la especie que alentó a reproducirse. Hay que darles de comer a los dinosaurios.

AnécdotasConsultando a diferentes vecinos de Resistencia se pudo conseguir fácilmente algunas anécdotas significativas de los canitas. Aquí se puede ver cómo evolucionaron y que ya no son simplemente un grupo de jóvenes incapaces de cuidar el orden público. Hoy son actores activos de una provincia corrupta, impune, injusta, insegura y en caída libre.
Los canitas son jóvenes y tienen las hormonas a flor de piel. La primera anécdota recogida da muestra de ello claramente.
Hace unos dos años, cuando todavía regía el plan “Un policía en cada esquina”, los canitas eran llevados en gran número hasta la plaza España. Allí se desconcentraban hacia las esquinas de los alrededores.
Maria venía caminando desde su casa hacia el centro por calle Colón y si atravesaba la plaza acortaba camino. Eran las 3 de la tarde y no parecía haber peligro en el atajo. Menos aún cuando la plaza estaba, literalmente, llena de policías. Lo hizo.
Mientras iba cruzándola comenzó a escuchar los siguientes comentarios: “¡Qué linda que sos!”, “Dame tu número de celular”, “¡Que buena que estás, mamita!”. Mucha fue su sorpresa, o no tanta en realidad, cuando advirtió que eran los canitas los “poetas” callejeros que la piropeaban.
Siguió, ya más rápido. Unos pasos más adelante se le puso al lado uno de los canitas y le pidió sacarse una foto con ella con la cámara de su celular. Le dijo que no y caminó más rápido. Terminó corriendo después de sentir que uno de los uniformados le había tocado las nalgas.
Hay canitas más románticos. Otra de las anécdotas recogidas dan cuenta de que no todos son tan atrevidos y tienen alma de casanova. Melisa contó que paseando en moto con un amiga, sin casco y sin papeles, fueron interceptadas por dos canitas. Ellas estaban en infracción y correspondía una multa o el secuestro del vehículo. Pero los uniformados les hicieron una propuesta que no pudieron rechazar: “Si nos dan sus números, las dejamos ir”. Durante varios días después recibieron delicados mensajes de texto invitándolas a salir, a tomar algo o a ir a bailar.
La tercera anécdota indigna y da miedo. Marcos y Diego habían salido a bailar con un amigo y éste había invitado a un conocido suyo. Resultó ser un canita, que estaba en su día de franco. Después de una noche de alcohol y diversión, de regreso en el auto del amigo en común, el novel policía pidió que frenaran la marcha a los gritos. Sorprendidos, todos le preguntaron por qué. La respuesta: “Mirá, esa mina, tiene un N97 (un celular moderno). Pará que yo tengo el arma acá, la encañono y se lo saco”.
Seguramente, como estas anécdotas habrá muchísimas más. Una en cada esquina.
Los profesionales y la gente común saben que esta especie no cumple ni cumplirá nunca con su función: guardar el orden público. Por el contrario, todo indica que lo perturban y que son un producto de una sociedad rota por la corrupción, la mala política, la inseguridad y la injusticia, la impunidad y la falta de educación.
Otro detalle es que en la mayoría de las anécdotas de los canitas aparecen los celulares. Quizá lo más esperanzador. Ya que, pese a su condición injustificable, dan muestra de ser chicos con aspiraciones de chicos.
Por ahora, Charly, te equivocaste. En Chaco, los dinosaurios no desaparecen. Evolucionan.

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19.7.10

Y salió nomás


José Luis Brés Palacio

El amanecer del 15 tuvo un sabor distinto. Argentina había salido del clóset. Y de la mejor manera. Una sensación de que habíamos dado un paso como sociedad se presentaba como inevitable sensación. Es que con la aprobación de matrimonio igualitario, Argentina dio un salto en la dirección de concretar lo que Sandra Russo calificó como un “cambio de paradigma”.
Y no fue una salida alocada como hubiera sido la aprobación de la unión civil, que habría significado salir del clóset para quedar encerrados en el dormitorio. Muy por el contrario, los seis años que las organizaciones invirtieron en la elaboración del proyecto dieron merecidos frutos.
Pero, el avance es mucho más ponderable si tenemos en cuenta que, generalmente, las leyes van por detrás de los avances de conciencia de la mayoría. Esta ley hace punta y genera, por su sola existencia, un progreso. Le ganó al inconsciente colectivo por nocaut. Y lo madrugó.
Otro aspecto significativo es que esta ley cambia la idea que tenemos de las leyes. El argentino medio (y el latinoamericano, me animaría a decir) tiene la concepción punitiva de la ley. Algunos apotegmas de esta ideología son: “la ley castiga”, “la ley prohíbe”, “la ley condena”. Pues, a ninguno de estos responde la ley de matrimonio igualitario. Y los argentinos deberemos reconocer que es mucho más auspicioso el consagrar leyes que incluyan, que amparen, que protejan.
Presos de la ideología de la ley que obliga quedaron aquellos que se oponían a la ley en la falsa creencia de que, tras ser aprobada, debían buscar a alguien de su mismo sexo para casarse. Falaces, mentecatos y, fundamentalmente, trasnochados.
De ahora en más, la democracia concebida como polifonía de minorías (más allá de sus cuantificaciones numéricas) deberán ponerse a pensar cómo incluir, amparar y proteger a sectores vulnerables de nuestra sociedad. Que los hay, y cómo.
Por último, en esta nueva sociedad que a ojos vista queremos ser, deberemos dejar de ver nuestros propios intereses personales o de grupo como los únicos existentes. Deberemos aprender que nuestro deber como democracia y sociedad civilizada es ser cada vez más democráticos y civilizados, una tarea humana que, por suerte, será siempre inconclusa.

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14.7.10

Argentina, ¿saldrá del clóset?


José Luis Brés Palacio

Es increíble la capacidad de la iglesia católica, digo, la clerecía jerárquica, y su histórica “socia”, la derecha reaccionaria, para impedir los avances de conciencia hacia maneras más humanas de ser de las sociedades.
Es que, y esto hay que decirlo con todas las letras, el proyecto de matrimonio igualitario es un paso decisivo en la concepción de una sociedad más democrática. Y cuando hablamos de democracia, estamos concibiendo un concierto de minorías en el contexto de una “polis”, o sea, la sociedad políticamente organizada. Pero, es cierto que, al ser mayoritarias en número, algunas minorías llegan a creer que son las únicas y entonces están convencidas de que las leyes, y todo en la sociedad, deben responder sólo a sus intereses.
Este avance que significaría la aprobación de la ley del matrimonio igualitario tiene, al menos, cuatro aristas importantes.
Por un lado, significaría la incorporación de minorías en el sistema jurídico en las que no están solamente mujeres y hombres homosexuales, sino los hijos de esta forma de familia que hoy está pidiendo ser reconocida, incluida y respetada.
Por otro, reconocer que la tolerancia no es dejar que el diferente “sea”, “exista”; sino comprometernos a que vivan cada vez más entre todos, cada vez mejor, cada vez más humanos.
En tercer lugar, la legalización de una situación que hace mucho encontró su legitimidad: y es que el valor fundante de una familia es el amor que exista en ella y no si en esa familia hay un papá, una mamá y niños.
Por último, desmoronaría mitos implícitos, que no se expresan sólo porque hacerlo es políticamente incorrecto, como que los niños criados por homosexuales salen gays. No conozco ningún caso de homosexuales que no hayan sido criados en parejas heterosexuales. Los homosexuales son enfermos, anormales, etcétera. La familia tiene un sólo modelo posible: “la familia de Belén”.
Quienes se oponen a este paso adelante son aquellos que apoyaron en el pasado los “avances” de otras políticas: por ejemplo, las represivas de los setenta y las neoliberales de los noventa.
En realidad, la política debería ser el bosque. Y el árbol que lo tapa es la cuestión homosexual. Es de Perogrullo decir que el matrimonio igualitario no es el nudo gordiano de la enrevesada realidad argentina. Es que este proyecto no resuelve la cuestión gay, sino que apunta a un nuevo estado de conciencia, hacia un Estado laico e inclusor, en el que todavía quedan pasos por dar y profundizar otros que se han iniciado: legalización del aborto, separación del Estado argentino de la iglesia católica, distribución equitativa de la riqueza, democratización definitiva de los medios de comunicación masiva, regulación de las minas a cielo abierto, financiamiento de políticas compensatorias para sectores históricamente postergados, entre otros muchos.
El matrimonio igualitario es sólo un paso. No es el objetivo final. Que nadie se equivoque. Hay que decir también que la “santa” propuesta de unión civil es mojigatería pura.
Ojalá Argentina salga de clóset. Y que no le pase como a muchos, que por salir alocadamente del ropero, se quede encerrada en el dormitorio.

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22.6.10

Mientras tanto


José Luis Brés Palacio

Es jueves, llovizna sobre Resistencia. Pero no importa. Porque está jugando Argentina su segundo partido en el Mundial de Fútbol. Y no me importa. Es para mí tan interesante que la selección argentina gane o pierda como que en Los Ángeles ganen los Lakers o los Celtics.
Y sin embargo, hay la sensación de que algo me estoy perdiendo. Es que, aunque me mantengo al margen de las circunstancias del partido, no puedo evitar lo que alrededor sucede. Gol de Argentina. Uno a cero. De pronto, estalla un grito colectivo que parece salido de una sola garganta. Miles de voces son una. “Ésa es la voz de Argentina”, pienso. “Ésa es la voz de mi Argentina”, me corrijo.
El partido parece continuar. Me lo dice el silencio abrumador. Tanto como aquel de la antesala de terapia intensiva cuando esperamos que los médicos vengan a darnos las “nuevas” respecto de la salud de la tía Carmen. Buenas o malas. El destino de toda la familia depende de lo que nos digan. Y el silencio, ése contundente e insoportable, inunda el ambiente. Y nos inunda. Y nos hunde.
Gol. Argentina dos, Corea de del Sur cero. Argentina vuelve a gritar afuera. Pero, en realidad, soy yo el que está afuera. Afuera de la pasión, de la pasión nacional. Y también afuera de los que, mientras algo que importa absolutamente a casi todos, leen Kafka o escuchan a Beriloz, como dice Copani (1). Y esto, quizás, sea peor, porque estoy seguro de que si Kafka y Beriloz vivieran estarían mirando el partido. Y es un pelmazo esto de que no pueda sumarme a una pasión tan compartida. Intento. Pero, no puedo.
Sonamos, gol de Corea. Aunque el “ah” general no sonó muy preocupado. El triunfo es tan latente y tan posible como el empate. De pronto, los ruidos se vuelven normales. La gente comienza a aparecer nuevamente escupida por los televisores. Entretiempo. En el patio interno del lugar donde estoy, hay humo, nerviosismo y preocupación. La puerta de terapia intensiva sigue cerrada. No sabemos si tía Carmen tendrá otra oportunidad. El destino de Argentina pende del segundo tiempo.
Tan pronto como termino el cigarrillo, todos vuelven a desaparecer chupados por las pantallas. El silencio vuelve a convertirse en denso e insufrible. La puerta de terapia no se abre y el partido que parece no avanzar. Mientras tanto, tía Carmen y Argentina, con destino incierto.
El tiempo parece en animación suspendida. Mientras tanto, me imagino a los “cultos” despotricando contra “los negros de mierda” a los que sólo le importa el fútbol; y a los “negros” que ni se acuerdan que los “cultos” siquiera existen.
Gol. Tres a uno. Parece que Argentina puede estar más tranquila. De tía Carmen, ni noticias.
Sigo tratando de masticar este bocado difícil de que no me importe lo que apasiona a los que me importan. Pero por más que intento, no puedo evitar que el fútbol me aburra. Y sigo martillando estas palabras.
Listo. Cuatro a uno. Ahora sí hay tranquilidad y alegría en la garganta argentina. Ahora sí el tiempo vuelve a acelerarse. Falta poco. Y se escuchan pasos del otro lado de la puerta de terapia.
Los amantes de Kafka y Beriloz seguramente seguirán solos. Yo también.
El partido termina. La puerta de terapia se abre.
Argentina tiene posibilidades. Tía Carmen, también.

(1) Escuchar Los cultos. Letra y música de Ignacio Copani.

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6.6.10

La voz del periodista en ¿su día?


José Luis Brés Palacio

En vísperas del Día del Periodista, una noticia debería tener a todo el gremio (lo de los sindicatos es historia aparte) en vilo: compañeros del diario La República de Corrientes están viviendo en estos días su momento más difícil.
Es que la empresa está en problemas y, como si estuviéramos en los 90, intenta hacer pagar a sus empleados la reducción de sus ganancias.
Desde cada computadora de Corrientes y Chaco deberían surgir las mejores armas con las que contamos los periodistas (o los que nos atrevemos a autocalificarnos así): las palabras.
No ésas que quizás utilicemos en nuestras notas para que nuestros patrones (dueños del dinero) concreten pingües “negocitos” con los gobiernos de turno (dueños... ¿de qué?), sino aquellas que deberíamos usar más frecuentemente, ésas que diferencian a un periodista de un escriba. Ésas que distinguen a un cronista de un patán.
¿Qué tal si en lugar de los derechos de “la gente” retomáramos la defensa de los derechos del “pueblo”?
¿Qué tal si en lugar de copiar y pegar tanto comenzáramos a escribir? Aunque sea un poco. Aunque sea con un poco más de dignidad.
¿Qué tal si nos proponemos retomar el buen uso de la palabra? Ése que constantemente ultrajamos cuando no puede distinguirse un texto nuestro escrito para el diario de nuestros mensajes de texto por celular.
¿Qué tal si en honor de nuestros compañeros de La República de Corrientes este Día del Periodista, además de las copas, comenzamos a levantar nuestra voz?

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3.5.10

Un poco más de respeto

Por Eduardo Aliverti, Página 12. Mataron a mucha gente acá. Picanearon, violaron, nos mandaron a una guerra inconcebible, robaron bebés, desaparecieron a miles, tiraron cadáveres al mar y adormecidos también, electrificaron embarazadas, regaron el país de campos de concentración, torturaron padres delante de los hijos. Se chuparon a más de cien periodistas acá. Si hasta parece una boludez recordar que estaban prohibidos Serrat y la negra Sosa, que las tres Fuerzas se repartieron las radios y los canales, que inhibieron textos sobre la cuba electrolítica, que en el ‘78 estaba vedado por memorándum criticar el estilo de juego de la Selección Argentina de fútbol. ¿Nos pasó todo eso y por unos afiches de mierda y una escenografía de juicio vienen a decirnos que esto es una dictadura? ¿Pero qué carajo les pasa?

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28.4.10

Los relatos del miedo y la crispación

Por Ricardo Foster, Página 12. 1. No deja de ser llamativo el modo como se sobreexpone lo que recurrentemente desde ciertos grupos comunicacionales se denomina la “crispación”. Se lo hace focalizándola con exclusividad en lo que dice o deja de decir el Gobierno. Es el oficialismo, según esta visión parcial e interesada, el portador del virus de la violencia verbal e icónica que hoy se despliega por el país acechando la vida del conjunto de la sociedad. La radicalidad del mal está entre nosotros y su lugar de enunciación no es otro que el maléfico kirchnerismo. Toda relación con él supone, a los ojos de ciertos medios de comunicación y de ciertos políticos opositores muy propensos al uso de metáforas escatológicas y a adjetivar estomacalmente con palabras escabrosas y siempre denigratorias, quedar irremediablemente contaminado por el veneno que emana de quienes han llegado para instalar entre nosotros una suerte de dictadura (no deja de ser llamativo el uso espurio y prostibulario que se le da a una experiencia tan brutal y criminal para la memoria colectiva como lo ha sido la dictadura genocida para calificar a un gobierno democrático).

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26.4.10

Vigilar y castigar

Por Oscar R. González (*), Télam. El carácter extremo de la confrontación desatada por la derecha y sus expresiones políticas de superficie en contra del gobierno conlleva altos niveles de coacción sobre la independencia de las fuerzas políticas y organizaciones económicas, gremiales y sociales, toda vez que desde los medios de comunicación hegemónicos se instala una opción binaria totalizante: o se es un oficialista irredimible, dispuesto a aplaudir todo lo que emane de la Casa Rosada, o se es un opositor que resiste por todos los medios cuanto de allí provenga.

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Senderos que se bifurcan

Por Eduardo Aliverti, Página 12. Si no fuera por el dictamen de La Haya –es otra temática, aunque en cierto sentido también podría incluírsela en la volteada—, han pasado unos días que parecieron ratificar, como nunca, eso de que “la política” va para un lado y la economía exactamente hacia el opuesto.
En el primer caso, es un tanto abrumador lo sucedido por lo enchastrado del escenario. Las polémicas y acusaciones estalladas se retroalimentaron, perdiéndose de vista lo nodal de cada hecho. Alguno fue muy gracioso, o más bien patético. En el debate por la revisión del Presupuesto, la diputada radical Silvana Giúdici citó a la intelectual Amalia Granata tras el encontronazo televisivo de ésta con Aníbal Fernández. “Granata tiene razón”, dijo Giúdici como si hubiera mentado a Keynes, en referencia a lo intolerable de la inflación.

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30.3.10

6, 7, 8… y van


José Luis Brés Palacio

La comunidad feisbuquera de Resistencia se dio cita ayer por la tarde (por el domingo 28) en la plaza España en el marco de una convocatoria en apoyo al programa 6, 7, 8 que se emite por la Televisión Pública. El calor húmedo y sofocante de una canícula resagada, el día de descanso o el simple holgar dominguero no fueron pretextos válidos para que cientos de resistencianos se dieran cita en la plaza España ayer por la tarde. El micrófono estuvo abierto para quien quisiera, tal como estaba sucediendo en convocatorias similares en otras ciudades del país.
Es que la convocatoria que surgiera por Facebook durante la semana sirvió para que, mate, bandera y carteles en mano, colmaran el anfiteatro de la plaza España.
“Estoy muy contenta porque no esperaba encontrarme con esto”, dijo Juana Lombardo, una empleada judicial que exhibía orgullosa un cartel con el logo del canal de noticias del grupo Clarín TN, sigla que en la pancarta se traducía como “Todo Negativo, Todo Negocios”.
En realidad, Juana no era la única sorprendida. A poco de hablar con conocidos y circunstantes, surgía el comentario de lo asombroso que resultaba que una convocatoria hecha, fundamentalmente, por Internet tuviera la convocatoria que tuvo.
Otro comentario generalizado fue que la presencia era en repudio al monopolio informativo del grupo Clarín y por cómo los intereses económicos de esa megaempresa se presentan a la sociedad como principios éticos de un periodismo que cuenta la verdad a la medida de su conveniencia.
Nunca más cierto el apotegma de Marshall McLuhan de que “el medio es el mensaje”. Y, este mensaje, de este medio, repugna desde lo periodístico porque ya es hoy burdo el intento constante de presentar la libertad (o impunidad) de empresa como única expresión de la libertad de prensa. Desde lo político porque, fundamentalmente desde el monopolio Clarín se pretende instalar el absurdo maniqueo de que el país está dividido entre kirchneristas y oposición. Es justamente este segundo aspecto el que quedó desmitificado ayer. Quienes estábamos ahí nos reconocíamos aunque más no fuera de vista. Eran las caras acostumbradas en marchas y manifestaciones de hasta hace un tiempo.
Es que entre kirchnerismo y oposición existe, mal que les pese al grupo Clarín y sus acólitos, un nutrido espectro de quienes pueden adherir a ciertas políticas del gobierno nacional sin dejar de señalar críticamente aquellas medidas con las que no acuerdan. Por ejemplo, cómo se comunicó la Resolución 125, que la oposición supo manejar con mejores pertrechos comunicativos que fundamentos políticos que trascendieran la mera defensa de intereses del sector que históricamente en nuestro país no sólo se quedó con lo mejor de la torta, sino que también la repartió siempre a piacere. Otra prueba más de la preponderancia que tienen los medios audiovisuales en el “humor” social.
Entre los aciertos K deben contabilizarse prolijamente la política de Derechos Humanos y la Ley de Medios Audiovisuales.
El avance en el juzgamiento de los genocidas de la última dictadura cívico-militar no tiene antecedentes en la historia latinoamericana. Ninguno de los países que fueron escenario del Plan Cóndor de la década de los 70 avanzó tanto y en tan buen sentido.
La Ley de Medios Audiovisuales resulta igualmente notable. Producto de una construcción colectiva de miles de participantes en los foros abiertos en todo el país, resulta un instrumento doblemente válido: porque echa por fin de la historia a la Ley de Medios de la dictadura y porque en su articulado, entre otros aciertos, se contemplan los últimos avances tecnológicos en comunicación que, más temprano que tarde, deberán a ser objeto de la observación de los Estados si no quieren quedarse al margen de los tiempos y de la realidad del siglo XXI.
Si en la oposición están Duhalde, Cobos y Carrió; y si en contra de este rejunte se alzan, entre otras, las voces de Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto, no me caben dudas: “Yo también soy una mierda oficialista”. Porque prefiero errar con Abuelas y Madres que confundirme en acertar con los miserables… y sus socios.

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18.3.10

Argentina, esa mujer...

Por José Steinsleger, La Jornada. De uno en fondo, los liberales podrían dar una o varias vueltas a la línea ecuatorial. Algunos encandilan como el sol, otros transmiten su energía a millones de años-luz, y los más flotan a la deriva, en las nebulosas del cosmos social. Tesis: a mayor vuelo teórico orbital, menor posibilidad para aterrizar en la realidad real.
Veamos la coyuntura política argentina, donde el gobierno de Cristina Fernández ha impulsado varias medidas en beneficio de los sectores medios, jubilados, trabajadores y desocupados, a más de recuperar la soberanía política del Estado en las decisiones económicas. Se entiende, por tanto, la reacción de los poderes oligárquicos. ¿Y la de los sectores medios que junto con la izquierda autorreferencial les hacen coro?

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10.3.10

Los políticos del hielo

Por José Luis Brés Palacio, Datachaco. Confundido por un sueño, José Arcadio Buendía “pensó que en un futuro próximo podrían fabricarse bloques de hielo en gran escala, a partir de un material tan cotidiano como el agua, y construir con ellos las nuevas casas de la aldea. Macondo dejaría de ser un lugar ardiente, cuyas bisagras y aldabas se torcían de calor, para convertirse en una ciudad invernal.” (*)
Y la literatura es muchas veces como el sueño. Verosímil y falaz. En su contundencia nos confunde y creemos que es verdad lo que leemos como el sueño lo hace con el objeto soñado. Y otras, creemos encontrar en ambos (sueño y literatura) claves de interpretación de la realidad.
Repasando estas líneas de la saga de los Buendía, podemos encontrar quizás alguna punta para entender de qué y cómo la juegan los políticos argentinos hoy reunidos en esa tribu con ínfulas de cofradía llamada oposición.
Confundidos por la quimera del parto místico, el odio y el oportunismo político sirven, los de derecha y los de “izquierda”, al patrón sojero y sus aliados mediáticos que les ordenaron despedazar a quien se atrevió a cuestionar sus desmedidas riquezas. Y ahí va la jauría. Y ladran y muerden a destajo. Y no ahorran ni en acciones ni en adjetivaciones. Desde aquel “conchuda” cuyos ecos aún suenan desde aquellos piquetes camperos (caniche y cuatro por cuatro incluidos) hasta el actual “yegua”, eufemismo tan violento como inadecuado para referirse a la presidenta. Lo incomprensible es que estos mismos delincuentes verbales son los mismos que durante el menemato llenaban sus fauces con frases como: “Hay que respetar la investidura presidencial”.
Lo peor es que estos perros salvajes llevan de la barba a gran parte de nuestro pueblo, embrutecido por obra y gracia, entre otros, de las últimas degeneraciones de docentes y periodistas. La historia parece no tener prisa. Pero, tarde o temprano, juzga. Ya nos llegará el turno. Es sólo cuestión de tiempo.
Mientras tanto, los “contras” del siglo XXI siguen intentando convencernos de que es posible construir casas con hielo en Ushuaia y en Chaco con la misma ingeniería. Cretinos.
Pero, por debajo de los gélidos desvaríos, hay un pueblo ardiente. Sediento de la justicia social que aún se le debe.
¡Qué bien nos vendría retener en nuestras cabezas el final del episodio de Cien años de soledad que sirvió de pretexto para estas líneas! José Arcadio Buendía abandonó la quimera del hielo porque estaba ocupado en la educación de sus hijos.


(*) García Márquez, Gabriel. Cien años de soledad. Capítulo 2.

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9.3.10

Y Hillary se mandó igual

Por Diego Domínguez. Recién hoy, jueves 4 de marzo, releyendo más atentamente lo publicado en los “principales” medios nacionales, pude darme cuenta de que lo más importante en cuanto a cobertura de la gira por el Cono Sur de Hillary Clinton, la secretaria de Estado de EE.UU., fue que durante varios días se anunció que la ex primera dama yanqui iba a visitar todos los países de la zona menos Argentina.
Sin apuntar directamente a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner (bah, en algunos casos sí), Clarín, TN, la editorial Perfil y otros medios económicos devenidos en prensa pretendían aducir el motivo de la “no visita”.
Días después, cuando finalmente se dio la reunión, y en la mismísima Casa Rosada, esos medios ningunearon la visita de doña Clinton, cuando, días antes, la llegada de la esposa de Bill parecía ser de extrema relevancia para toda la región, y Argentina se quedaba afuera.
De todos modos, al dar la noticia, los medios mencionados lo hicieron con menos minutos de aire y espacio que el sorteo de la quiniela. Pero lo peor de la cuestión es que sólo hicieron hincapié en que estuvo pocas horas en Buenos Aires y que la visita se dio porque el hotel chileno adonde se dirigía Clinton tuvo un problema por el sismo que azotó a Chile por esas horas.
Todos mencionaron que la secretaria de Estado se ofreció a “mediar” con los fucking pirates por el tema de Malvinas. Sin embargo, Clinton dijo algunas cosas más que en los citados medios ni siquiera fueron enumerados. Por ejemplo, al tiempo que la UCR y sus aliados despotrican contra la medida K de hacer uso de las reservas del Banco Central, entre otras cosas para abonar deudas generadas por la propia UCR y sus aliados, la secretaria de Estado norteamericana resaltó el crecimiento del país y dijo mostrarse interesada por la política de inclusión social que lleva a cabo Argentina.
Además, Hillary elogió la marcha de la economía del país y se sorprendió de que la relación de la deuda externa con el producto bruto interno (PBI) fuera inferior a la de muchos países, incluso el propio Estados Unidos.
La noticia fue elevadamente ninguneada por Clarín Group y otros de la misma sintonía. En TN se podía ver a los “seudoperiodistas” hablar de sismos y cataclismos como si fueran geólogos, e incluso anunciar olas de “dos metros” (sí, dije “dos metros”) en Hawaii y otras zonas del mundo, como si olas de “dos metros” no hubiera otro días. Señores, en Chile se habla de oleajes de hasta 16 metros como consecuencia del sismo.
En fin, lo cierto es que esta gente “muy bien informada” hacía hincapié en algunas cuestiones y no en otras. Hillary se deshacía en elogios para el gobierno nacional y también se comprometía a “mediar” con Gran Bretaña por Malvinas.
La situación descripta es sólo un capullo del algodón en una industria textil, pero sirve para graficar la postura de algunos medios que, encubriendo, censuran.

MalvinasSobre el final, otra cosa respecto del tema Malvinas. Al tiempo que Hillary se ofrecía como mediadora, Argentina lograba en la Cumbre del Grupo Río -realizada en Cancún días antes- el apoyo de 32 países latinoamericanos para rechazar la decisión unilateral de Gran Bretaña de comenzar a explorar petróleo en las inmediaciones de las islas.
Sin embargo, cuando la hermandad florece en varios países, la oposición se manifiesta con una nueva estocada que en definitiva pone al descubierto sus verdaderos intereses. En las mismas horas de la Cumbre de Río, el titular de la bancada de diputados radicales, Oscar Aguad, manifestó que la Casa Rosada “no tiene una estrategia para encarar las relaciones exteriores”.
Pero el correligionario no se quedó con eso solo, sino que fue uno de los legisladores que durante la primera semana de febrero, en el momento de mayor tensión entre los gobiernos de Argentina y Gran Bretaña desde la Guerra de Malvinas, viajaron a Londres, aceptando una invitación del Departamento de Asuntos Exteriores del Reino Unido. Además del legislador de la UCR, integró la comitiva los diputados nacionales Adrián Pérez, de la Coalición Cívica; Paula Bertol, de PRO, y el miembro del PJ-Santa Fe Federal Walter Agosto, que responde al senador Carlos Reutemann. En fin, nada más para comentar.

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